El riesgo es una parte natural de cualquier negocio. El mayor desafío al que deben de enfrentarse los pequeños empresarios es el de tratar de tener cero riesgos, si embargo esto sería un caso utópico o irreal, ya que dadas las circunstancias de la globalización, y lo rápido y cambiante del mundo empresarial, es casi imposible imaginarse un negocio en el cual no existan riesgos. Es por esto que existen 5 pasos sobre la gestión del riesgo.
La clave está en poder tener una “Gestión de los Riesgos” balanceada. Este concepto tiene que ver con que no hay que ser demasiado exigentes, pero tampoco demasiado flexibles (no caer en extremos). Por ejemplo: si caemos en el extremo de exigencia, se puede caer en la redundancia de crear demasiadas políticas o reglas que nos pueda cerrar horizontes e impedir que nuestro negocio crezca; por otra parte, imaginemos un negocio en el cual somos muy flexibles en cuanto a los riesgos, esto puede impactar fuertemente a las finanzas de nuestra empresa, al tener que estar como bomberos: apagando fuegos y no previniéndolos.
Algo que funciona en las organizaciones es el proceso de 5 pasos para la gestión del riesgo. Estos son: Identificación de riesgos, análisis de los riesgos, revisión de estrategias, soluciones recomendadas, monitoreo constante.
PASO 1: Identificación de riesgos
Cómo saber enfrentarte a un riesgo, si no sabes cuál es. Por ello el primer paso para una gestión balanceada de riesgo es: el identificar todo aquello que tiene una probabilidad que se convierta en un desastre. Algunos riesgos son comunes en la mayoría de los negocios como lo puede ser una afectación por tipo de cambio. Sin embargo, la mejor manera de abordar esto es conociendo tus procesos y enlistar cuales son los posibles desastres que pueden ocurrir en cada operación del negocio. No importa cuántos sean, 10 o 100, lo importante es tener identificados todos.
PASO 2: Análisis de los riesgos
Una vez teniendo todos los riesgos enlistados, procedemos a evaluar cada uno de ellos. Yo recomiendo que se pregunten lo siguiente: ¿Cuál es la probabilidad que este riesgo suceda? ¿Cuál es el impacto que puede generar a su empresa? ¿Qué tanta capacidad se tiene para detectar el riesgo? Pueden crear una ponderación del 1-5 o 1-10 para cada pregunta y enfocarse primero a aquellos riesgos con la puntuación más alta.
Ejemplo:
Para obtener la ponderación final, será necesario multiplicar de forma horizontal las ponderaciones. En este caso, el primer riesgo (que la máquina X falle) sería en el cual deberíamos de enfocar nuestros mayores esfuerzos (prioridad), debido a que tiene una alta probabilidad de ocurrencia, generará un alto impacto y además no somos tan capaces de detectarlo.
PASO 3: Revisión de estrategias
Después de saber en qué riesgos debemos enfocar nuestro tiempo, es momento de generar estrategias que nos ayuden a eliminar o reducir este riesgo. Para esto podemos basarnos en 5 estrategias para riesgos.
- Estrategia de Aceptación: Simplemente aceptar que el riesgo ocurra y decidir siempre lidiar con él. ¡Mucho cuidado! Esta estrategia es comúnmente usada cuando no hay mucho impacto en el negocio y no genera ningún costo extra el lidiar con él todo el tiempo.
- Estrategia de Evitar: Esta estrategia es la mejor cuando se trata de un riesgo con un impacto muy fuerte en el negocio. Y consiste en generar un plan para que no vuelva ocurrir nunca.
- Estrategia de Transferencia: No es una estrategia muy usada, esta es más común cuando se trata de producto o servicio que se genera en conjunto con otra empresa. Imaginemos que yo fabrico zapato, sin embargo, mi máquina tiene un alto riesgo de fallo y de impacto, por lo cual le pediría al otro negocio que me ayude a completar la producción de mis zapatos y con esto transferirles a ellos el riesgo de cumplir o no con la producción requerida.
- Estrategia de Mitigación: En esta estrategia nos encargaremos de limitar el impacto del riesgo, es decir, si este ocurre, el problema que generaría sería mucho menor y más fácil de solucionar.
- Estrategia de Explosión: En un caso extraordinario (pero posible), imaginemos ¿Qué pasaría si el riesgo tiene un impacto positivo?, en este caso queremos maximizar esta oportunidad de que el riesgo ocurra.
PASO 4: Soluciones para cada estrategia
Ahora queda crear soluciones que estén encaminadas a cada estrategia. Propón soluciones viables y nunca pierdas de vista el riesgo que quieres gestionar.
PASO 5: Monitoreo constante
Una parte importante es el seguimiento, puede ocurrir que ese riesgo ya no sea tu prioridad o, al contrario, que las soluciones que propusiste te están generando otro tipo de contratiempos y riesgos. Siempre ten en mente una actitud de mejora continua y de flexibilidad ante los contratiempos que se te pudiesen presentar.
Con este proceso de 5 pasos para la Gestión del Riesgo, se te hará un poco más fácil el poder llevar tu negocio hacia nuevos caminos. Es importante saber que los riesgos siempre van a ocurrir, es algo natural, sin embargo, depende de cada empresa la manera en la que llevan acabo diferentes acciones, políticas o manejos, para evitar y reducir el mayor impacto negativo que un riesgo podría traer.
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